sábado, 14 de marzo de 2009

El Tejo


El tejo fue el árbol sagrado de los Celtas. Los druidas con sus ramas hacían sus báculos "mágicos" y con palillos de tejo adivinaban el futuro. La llegada del cristianismo no cambió esto. Los primeros cristianos, a menudo construyeron sus iglesias (como la imagen que ilustra esta entrada "Tenxu L Iglesia" en Bermiego-Quirós-Asturias) y cementerios al lado de tejos que ya habían sido sagrados para los Celtas. La leyenda cuenta que las raices de los tejos, llegan a bocas de los cadáveres, simbolizando la vida en la boca de la muerte.
En Asturias era costumbre el llevar a los difuntos una rama de tejo el Día de Todos los Santos, para que ella les guiara en su retorno al País de las Sombras. Durante la Noche de San Juan era asimismo usual que los mozos asturianos depositaran estas mismas ramas en las ventanas o puertas de la casa de sus pretendidas, mientras ellas les tiraban bayas de este mismo árbol.
El tejo fue utilizado por ser sumamente venenoso, la practica del suicidio, que era una decisión que practicaban con cierta frecuencia los pueblos celtas de la cornisa cantabrica, sirviéndose del veneno del tejo que siempre llevaban encima. La causa generalmente era la guerra y el honor, en el caso de que un jefe muriese en combate sus seguidores solían quitarse la vida usando las hojas de tejo que llevaban. También los ancianos que se veían impedidos recurrían a este veneno. Toda su masa vegetal, menos las bayas, lo es: Sabia,hojas, raices, madera. Su tóxico es la taxina que ataca al sistema nervoso central.
El caracter tóxico, el ser un arbol perenne de esta planta y su larga existencia, hacen del tejo, el simbolo del paso al Otro Mundo. Las estelas vadinienses suelen tener grabada una rama de tejo, con sus caracteristicas ramas en ángulo hacia arriba.
Podemos encontrar hermosos bosques de tejos, en toda la cornisa cantabra como en Cantabria donde nos encontramos con "La braña de los tejos" en el valle de Lamasón, en un paraje impresionante con los Picos de Europa levantándose enfrente y todo el valle de Liébana a nuestros pies y las montañas más altas de la Cordillera Cantábrica, como Peña Prieta, Peña labra. Un lugar que merece la pena conocer.
La mayor tejeda europea se esconde en una recóndita sierra del oriente asturiano, en el Sueve, muy cerca de Ribadesella. Aunque de complicado acceso.
Otro bosque de tejos de los más extensos de España, está en el norte de Palencia, cerca de Brañosera en el parque natural de Fuentes Carrionas.

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