Este sábado hemos tenido una decepción. El primer finalista la selección francesa ha pasado a la final del mundial de rugby sin merecimiento propio. Si le contamos que la selección galesa a perdido cinco touch, solo una trasformación trasformada de cuatro (dos falladas en el segundo tiempo) y la tarjeta roja del capitán gales Sam Warburton, en el minuto quince del primer tiempo. Todos estos indicios nos llevarían a una victoria sin paliativos de los franceses, pero no han ganado por la mínima diferencia, un punto con tres trasformaciones del medio de mele trasformado en apertura Morgan Parra, por ocho puntos de unos galeses que se han batido como jabatos durante todo el partido y han llegado vivos hasta el final. Ha los galeses le ha faltado acierto en las trasformaciones, un partido que han dominado con un hombre menos y han muerto en la orilla después de remar durante ochenta minutos. Si el deporte fuese justo los galeses serian finalistas.
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